miércoles, 18 de enero de 2012

Lluvia de estrellas


Aquella noche hacia frío y el viento soplaba más fuerte y cortante que nunca....o eso creía Amy.
Amy contempló la ciudad. Aquella noche había mucho tráfico y aun había gente andando por la calle, ajenas a lo que iba a suceder.
Era bastante triste ver que un hombre discutía con su hijo porque no quería acabarse la hamburguesa cuando en el mundo había miles de niños que ese día se acostarían sin nada en el estomago.
Más adelante una chica gritaba su novio. En la carretera conductores estresados y neuroticos hacian sonar constantemente las bocinas de sus coches, algunos se asomaban por la ventanilla e insultaban a los demás. Pobres, todos demasiado ocupados por cientos de tonterías que les privan de disfrutar la vida, ninguno consciente de que el tiempo avanza, implacable y no se detiene a esperar a nadie y que perdemos media vida con cosas sin importancia.
Amy sintió verdadera lastima por ellos, ellos que tenían tanta energía, tanta vitalidad y que la desperdiciaban de esa manera. Nadie se había dado cuenta de que aquella noche habia luna llena y que brillaba más que de costumbre, nadie se paro a mirar al cielo y contemplar la lluvia de estrellas, pedir un deseo.
En aquel momento una estrella cruzó el cielo, Amy cerro los ojos, pidió su deseo y dió un paso al frente.

El mundo enmudeció por un instante, calma, paz, silencio. Y de repente volvió a brotar el caos, los coches se pararon esta vez, los conductores se bajaron de sus vehículos, todo el mundo gritaba.
Pronto se formó un circulo entorno al cuerpo inerte de Amy.