Estaba sola, en el salón de casa en frente de aquel viejo piano ya deteriorado por el paso de los años.
Hacia años que ya no entraba en esa casa, no le traía buenos recuerdos.
Todo estaba lleno de polvo los muebles viejos estropeados por la carcoma y algunas fotos viejas encima de los muebles del comedor.
Recordó aquellos días en casa en los que el piano era su única via de escape de su dura y amarga vida, entonces solo era una niña de 6 años, pero las relaciones que había en casa la torturaban.
Su madre era alcohólica, y el padre las maltrataba. No eran buenos recuerdos…
El piano era su única manera de escapar de la tortura, cuando su madre se pasaba las tardes sentada en el sillón derramando lagrimas y ahogando sus penas en aquella triste botella de Balantines, ella se iba al salón y tocaba durante horas.
Al llegar su padre corría hacia su cuarto, le temía, sabia que si había tenido un mal día lo pagaría con ella y con su madre.
El la llamo, dio tal grito que sonó asta en la casa del vecino, bajo deprisa las escaleras, no quería enfadarlo mas.
La riñó y la acuso de que si su madre bebía tanto y el no tenia un buen trabajo era solo por culpa de ella y por culpa de su obsesión por ese maldito piano, la castigo y le obligo a olvidarse de tocarlo para siempre.
Esa noche no pudo pegar ojo en su cabeza resonaban todas y cada una de las notas que aquella tarde ella había estado tacando, no se podía imaginar sin su piano que iba hacer para poder aguantar esa vida que tenia, cual iba a ser su vía de escape, la burbuja que la aislara aunque solo fuese unos instante de aquella tortura…
Al día siguiente se levanto con lágrimas en los ojos, consiguió dormir un poco pero no pudo descansar. Bajo a la cocina allí estaban una vez mas su padre y su madre discutiendo y esta vez por su culpa, la madre le dijo al padre que la dejase tocar que la niña era feliz así que ella lo notaba cada tarde mientras la escuchaba tocar, le dijo que cada nota que la niña tocaba tenia toques de dolor, melancolía y a la vez felicidad.
El padre insistió en que mientras el viviese en esa caso n iba a sonar nunca mas ese maldito piano. Se marcho al trabajo y la niña rompió a llorar, la madre intento consolarla pero no la pudo dejar tocar el piano sabia que si lo hacia antes o después su padre se enteraría y eso acabaría en paliza para las dos.
La niña desde aquel día empezó a dejar de comer se pasaba tardes y noches llorando en su cuarto, escribiendo en su diario todo el odio que sentía hacia su padre.
La madre ya preocupada decidió enfrentarse a su marido, le dijo que la niña necesitaba su piano tanto como el agua para vivir, la niña tenia un don nadie le había enseñado a tocar el piano eran demasiado pobres para ello pero ella era feliz tocando y lo hacia de maravilla y hacia sentir felicidad a la gente que escuchaba sus melodías. El padre no quiso rectificar y una vez mas dijo que la niña era la causa de todo el mal que tenia la familia y que no tocaría el piano aunque eso costase su muerte.
La niña escucho esas duras palabras y aquella tarde se marcho de casa. Paso por delante de una escuela de música y escucho el suave sonido de un piano, entro y le suplico al maestro de piano si seria tan amable de dejarle tocar solo una canción, solo una le suplico. El hombre al ver que la niña lo deseaba con tantas ganas y mostraba aprecio por la música no dudo en pedirle al alumno que dejase un momento el piano aquella niña.
La niña empezó a tocar una melodía tan triste y melancólica que desgarro el alma del maestro, de tal manera que se le saltaron las lagrimas, aquella niña no tocaba cn las manos tocaba con el corazón, tenia un talento innato. Cuando acabo de tocar el maestro tuvo que levantarse y aplaudir la felicito y le pregunto a la niña que si estaba tomando clases, ella le dijo que no que su familia era muy pobre y que no se lo podían permitir que tan solo tocaba el viejo piano que heredo de su abuela, el cual su padre ahora le había prohibido tocar. El maestro enfureció al oír esas palabras, sentía dolor e ira por ver que tantísimo talento se despreciaba y se mal aprovechaba de esa manera, y decidió esa misma tarde ir a hablar con su padre.
Esa tarde el maestro pico a la puerta de casa y le abrió la madre de la niña con un ojo morado y llorando, el maestro le pregunto que le había pasado, ella respondió que se había caído por las escaleras e izo pasar al maestro. El maestro se dirigió al padre de la niña que estaba sentado en el sofá viendo la televisión. Con malas maneras el padre le dijo que, que quería y que hacia en su casa, el maestro respondió que quería saber el motivo por el cual no dejaba que su hija tocase el piano, el padre enfurecido respondió que eso no era de su incumbencia y que se marchase. El maestro le dijo que no que quería saber solo un porque y que solo entonces se marcharía, el padre le dijo que la niña perdía el tiempo pasando tantas horas frente al teclado de aquel piano, que no sabia tocar que jamás había tenido un maestro y que jamás lo tendría y que lo que ella hacia no era mas que ruido. El maestro se molesto al oír aquellas crudas y frías palabras y le dijo que esa tarde había tenido el placer de escuchar a su hija tocar y que el como maestro vio que la niña tenia muchísimo potencial. El padre enfureció porque el le había prohibido que tocase le pidió al maestro que se marchase y esa noche le dio a la niña una paliza que la dejo tres días en la cama. La madre se molesto y desde aquel día empezó ahorrar, cada peseta que pudiese quería pagarle un buen colegio a la niña separarla de su padre y dejar que pudiese aprender a tocar mejor el piano y que pudiese ser feliz con lo que realmente le gustaba.
Pasaron 4 años, la madre había ahorrado el dinero suficiente como para poder mandar a su hija a un internado lejos de casa y donde se aseguro que su hija recibiría las clases de música que la niña tanto deseaba.
La niña marcho, aprendió y creció.
Se convirtió en una de las mejores pianistas y compositoras del mundo.
Hacia años que ya no entraba en esa casa, no le traía buenos recuerdos.
Todo estaba lleno de polvo los muebles viejos estropeados por la carcoma y algunas fotos viejas encima de los muebles del comedor.
Recordó aquellos días en casa en los que el piano era su única via de escape de su dura y amarga vida, entonces solo era una niña de 6 años, pero las relaciones que había en casa la torturaban.
Su madre era alcohólica, y el padre las maltrataba. No eran buenos recuerdos…
El piano era su única manera de escapar de la tortura, cuando su madre se pasaba las tardes sentada en el sillón derramando lagrimas y ahogando sus penas en aquella triste botella de Balantines, ella se iba al salón y tocaba durante horas.
Al llegar su padre corría hacia su cuarto, le temía, sabia que si había tenido un mal día lo pagaría con ella y con su madre.
El la llamo, dio tal grito que sonó asta en la casa del vecino, bajo deprisa las escaleras, no quería enfadarlo mas.
La riñó y la acuso de que si su madre bebía tanto y el no tenia un buen trabajo era solo por culpa de ella y por culpa de su obsesión por ese maldito piano, la castigo y le obligo a olvidarse de tocarlo para siempre.
Esa noche no pudo pegar ojo en su cabeza resonaban todas y cada una de las notas que aquella tarde ella había estado tacando, no se podía imaginar sin su piano que iba hacer para poder aguantar esa vida que tenia, cual iba a ser su vía de escape, la burbuja que la aislara aunque solo fuese unos instante de aquella tortura…
Al día siguiente se levanto con lágrimas en los ojos, consiguió dormir un poco pero no pudo descansar. Bajo a la cocina allí estaban una vez mas su padre y su madre discutiendo y esta vez por su culpa, la madre le dijo al padre que la dejase tocar que la niña era feliz así que ella lo notaba cada tarde mientras la escuchaba tocar, le dijo que cada nota que la niña tocaba tenia toques de dolor, melancolía y a la vez felicidad.
El padre insistió en que mientras el viviese en esa caso n iba a sonar nunca mas ese maldito piano. Se marcho al trabajo y la niña rompió a llorar, la madre intento consolarla pero no la pudo dejar tocar el piano sabia que si lo hacia antes o después su padre se enteraría y eso acabaría en paliza para las dos.
La niña desde aquel día empezó a dejar de comer se pasaba tardes y noches llorando en su cuarto, escribiendo en su diario todo el odio que sentía hacia su padre.
La madre ya preocupada decidió enfrentarse a su marido, le dijo que la niña necesitaba su piano tanto como el agua para vivir, la niña tenia un don nadie le había enseñado a tocar el piano eran demasiado pobres para ello pero ella era feliz tocando y lo hacia de maravilla y hacia sentir felicidad a la gente que escuchaba sus melodías. El padre no quiso rectificar y una vez mas dijo que la niña era la causa de todo el mal que tenia la familia y que no tocaría el piano aunque eso costase su muerte.
La niña escucho esas duras palabras y aquella tarde se marcho de casa. Paso por delante de una escuela de música y escucho el suave sonido de un piano, entro y le suplico al maestro de piano si seria tan amable de dejarle tocar solo una canción, solo una le suplico. El hombre al ver que la niña lo deseaba con tantas ganas y mostraba aprecio por la música no dudo en pedirle al alumno que dejase un momento el piano aquella niña.
La niña empezó a tocar una melodía tan triste y melancólica que desgarro el alma del maestro, de tal manera que se le saltaron las lagrimas, aquella niña no tocaba cn las manos tocaba con el corazón, tenia un talento innato. Cuando acabo de tocar el maestro tuvo que levantarse y aplaudir la felicito y le pregunto a la niña que si estaba tomando clases, ella le dijo que no que su familia era muy pobre y que no se lo podían permitir que tan solo tocaba el viejo piano que heredo de su abuela, el cual su padre ahora le había prohibido tocar. El maestro enfureció al oír esas palabras, sentía dolor e ira por ver que tantísimo talento se despreciaba y se mal aprovechaba de esa manera, y decidió esa misma tarde ir a hablar con su padre.
Esa tarde el maestro pico a la puerta de casa y le abrió la madre de la niña con un ojo morado y llorando, el maestro le pregunto que le había pasado, ella respondió que se había caído por las escaleras e izo pasar al maestro. El maestro se dirigió al padre de la niña que estaba sentado en el sofá viendo la televisión. Con malas maneras el padre le dijo que, que quería y que hacia en su casa, el maestro respondió que quería saber el motivo por el cual no dejaba que su hija tocase el piano, el padre enfurecido respondió que eso no era de su incumbencia y que se marchase. El maestro le dijo que no que quería saber solo un porque y que solo entonces se marcharía, el padre le dijo que la niña perdía el tiempo pasando tantas horas frente al teclado de aquel piano, que no sabia tocar que jamás había tenido un maestro y que jamás lo tendría y que lo que ella hacia no era mas que ruido. El maestro se molesto al oír aquellas crudas y frías palabras y le dijo que esa tarde había tenido el placer de escuchar a su hija tocar y que el como maestro vio que la niña tenia muchísimo potencial. El padre enfureció porque el le había prohibido que tocase le pidió al maestro que se marchase y esa noche le dio a la niña una paliza que la dejo tres días en la cama. La madre se molesto y desde aquel día empezó ahorrar, cada peseta que pudiese quería pagarle un buen colegio a la niña separarla de su padre y dejar que pudiese aprender a tocar mejor el piano y que pudiese ser feliz con lo que realmente le gustaba.
Pasaron 4 años, la madre había ahorrado el dinero suficiente como para poder mandar a su hija a un internado lejos de casa y donde se aseguro que su hija recibiría las clases de música que la niña tanto deseaba.
La niña marcho, aprendió y creció.
Se convirtió en una de las mejores pianistas y compositoras del mundo.
Haridian
No hay comentarios:
Publicar un comentario